Mis uñas rosadas, la lluvia, los libros en la cama, un lápiz tatuándose en mi brazo mientras lo piso sin querer y escucho esas canciones que los demás solo oyen cuando están tristes, eso soy yo.
La que a veces descuido aunque no me separe de ella. La que obligo a hacer cosas que no le gustan porque el dinero nunca es suficiente, pero a la que espero poder darle en el futuro esas casa con paredes naranjas, cuadros famosos, una biblioteca modesta y gratificante para su felicidad, un pequeño bar con copas y mucho vino, fotografías y música de fondo, una mascota amorosa, media docena de mejillas y una boca a la cual besar siempre, eso no debo olvidarlo; es tan fundamental como tener salud... Porque esta cansada de estar donde no quiere y sonreír por lo que no le da gracia, solo porque sabe que ver de pie y a su lado a unas cuantas personas, la mantienen con vida, soportando amoldándose y permitiendo que la conozcan, pues ya esta segura de que nadie viene moldeado a su gusto y tampoco así lo quiere. Solo necesita compañía para contar sus experiencias y compartir lo poco o mucho que llegue a tener y a saber...
¡Y que la amen con locura! pero eso si, que le dejen aunque sea un día para pintar sus uñas de rosado, dormirse con los libros en la cama, escuchando la lluvia, las canciones que otros solo oyen cuando están mal y pisando este lápiz con el brazo...
