Presentacion.

Por Nathalis Venales

viernes, 2 de marzo de 2012

Tiempo.



La sabiduría de las agujas del reloj, de la arena al deslizarse, de los números al cambiar; del sol, la luna, las estrellas y de Dios, es algo increíblemente extraordinario.

Hoy me encuentro fascinada, viendo detenidamente, sin dejar pasar detalles, de como se van dando las cosas que tanto pedí y desee en el pasado; con una sonrisa en la cara, las mejillas sonrojadas e intentando tranquilizarme porque muy dentro de mi, se que están sucediendo en el momento perfecto. Yo si soy bien cómoda y le hecho la culpa al destino y pienso que Dios lo quiso así, y así me lleno de suspiros y de dicha, de incertidumbre, de interrogantes, pero sobre todo, de vitalidad. 

No niego que siento temor, ni me hago la fuerte cuando aun no se si lo soy. 
No niego que cuando digo que tengo bien plantados los pies sobre la tierra, estoy dormida, babeando, soñando tonterías, deseando tenerte a mi lado hasta que mis articulaciones ya no puedan mas. 
No niego que aunque digo que esta vez no me acostumbrare a nada, que puedo estar sola tranquilamente, igual te incluyo en todos mis planes y me aburro, y no es lo mismo si no estas presente. 
No niego que cuando creo que solo te quiero, realmente ya no mido cuanto amor me esta inundando el cuerpo, el alma y la mente. 

No niego que a veces lo que hemos vivido solo sirve para hacerlo todo peor, porque somos humanos y no podemos evitar poner la torta justo en los mejores momentos y con las mejores personas que han llegado a nuestras vidas, porque inconformes y llenos de egoísmo queremos sentir que siempre merecemos mas. Porque nunca falta el obstáculo, la trampa que nos lleve a rendirnos y a poner en riesgo lo que quizá sea mas que otra experiencia para seguir. Y tampoco niego que hago todo mi esfuerzo, para no soñar tanto y empezar a cumplir mas, para no dañar lo que me hace tan feliz.

No niego que le imploro a Dios que no me suelte la mano para no caerme otra vez, para tener siempre las palabras y los gestos adecuados que me permitan poder respirarte, sentirte y verte por mucho mas tiempo, por el debido, por el que sea necesario sonriendo, aquí...


Nathalis Venales C.