Presentacion.

Por Nathalis Venales

domingo, 30 de octubre de 2011

15 cosas que odio.



1) Ver a alguien cepillándose.
2) Las discusiones entre católicos y evangélicos, chavistas y opositores y todas las discusiones necias.
2) Las mentiras.
3) Las puntas.
4) La gente que hace monólogos, y no te cuestiona siquiera un: ¿Y tu?
5) Que me halen el cabello.
6) Los hombres chismosos y, o, u fanfarrones.
7) Los pantalones negros de mi mamá.
8) Comer arepa con huevo.
9) Que me llamen mas de tres veces, (o no quiero contestarte, o no quiero hablar con nadie y deje el teléfono por ahí botado).
10) El olor a cigarro.
11) La falta de respeto.
12) Que me insistan en algo cuando ya dije: NO.
13) No poder dormir de noche.
14) Quedar con hambre.
15) Jersey Shore.


Nathalis Venales C.



jueves, 6 de octubre de 2011

Lo que por orgullo no digo.



No hay dudas. Lo que decimos cuando estamos molestos es lo que en verdad sentimos...

¿Como te explico después de ofenderte, que me deje llevar por la ira, que un momento de rabia libero todo pensamiento acerca de tus defectos y las cosas que no me gustan de ti? ¿Como me crees si también lo has profesado, tal cual como en una loca borrachera que termina en un futuro haciéndote sentir como un idiota? Que manera tan tonta de explicarnos lo que sentimos, sabiendo que no va a calmarnos nada, que aun no estaremos en paz.

Las lagrimas, como mecanismo de defensa para no herir a nadie mas que no sea a mi. Para que esa presión en mi cara me impida decir todo lo que detesto, por lo menos hasta sentirme serena y poder expresar sin lastimarte cada una de mis ideas. Aunque eso tampoco nos sirva de mucho... Nadie dijo que seria sencillo convivir, entender, estar en armonía con el mundo, sobre todo porque la soledad a veces te vuelve un poco egoísta, no dejas de pensar en quienes te importan, pero dejan de ser irreemplazables, se te olvida compartir, o por lo menos no pensarte muchas veces como prioridad, aun cuando esos seres importantes se encuentren peor que tu y realmente no es tan agradable. Los libros no se leen acompañados, y las películas no son tan divertidas cuando se ven a solas. Siempre al terminar, la necesidad se te hace un imperio y mueres por lo menos, por tener a quien contársela.

Debe existir un equilibrio en todo. Entre tu compañía y mi soledad. Entre el pasado y el presente. Entre las mentiras tontas y las serias. La verdad, hoy esta en duda. Si no es posible, le cambio el nombre a este blog, y le coloco el mio, pues en ocasiones soy algo desequilibrada. Mis intentos fallan, mi columna se cansa...

Cuando todo sale mal, es posible ayudarse en la distancia. A menos que necesite de tu voz cuando todo ruido estorbe, de tus hombros para que descanse mi cuerpo porque mi mente nunca lo hace, ni dormida. Y de la analogía que haces con cada gesto tuyo: positivo y negativo, que me enloquece y vuelve mas inteligente, que me permite dejarte andar, sin que me incluyas en tus planes, porque yo tampoco lo hago.

Te llevo en los ojos, no de la mano. ¡Aun somos un equipo! A pesar de tus auto-goles...


Nathalis Venales C.